Sunday, March 24, 2013

corazon de gelatina

Y con la dureza de dos manos que contienen el poder de toda una vida, mi corazon se exprime en el interior de mi pecho.
Cual gelatina, escucrre entre los dedos y baña con cruda  estupidez, el techo de mi intestino grueso.
plot, plot, se escucha el eco de los pedazos que alcanzaron a coagular y ahora descansan innertes en la oscurridad.
No hay quien observe, mas las manos se han quedado vacias, mas manchadas de lo que fue un misero organo palpitante, asi que solo queda marcar la zona del delito.
Embarrando las paredes de un espacio innabitado, las manos se toman la libertad de decorar todo el espacio con un descarado rojo oscuro.
Tan oscuro como la pinche oscuridad en la que habitan.

Y nadie observa, porque a la chingada, no hay nada que observar. Ni oye, porque no hay palabras que decir ni fotografias que sacar. Las manos no hablan y el corazon no es mas que gelatina coagulada.

Asi que callamos, mientras la habitacion es decorada.
Y un suave, plot, plot, se oye en la distancia.

Wednesday, March 13, 2013

Mantequilla

Ese momento cuando observas el acantilado y la brisa acaricia tu rostro.
No hay cuando, ni como, ni porque.
No existe la posibilidad de pensar en el presente o futuro, porque de hacerlo, el miedo se filtra por tus venas, tomando el control de cuerpo, dominando tu mente y obligando el regreso de tus pasos.
Así que respiras, sin pensar ni comprender. Sin siquiera considerar lo que te espera más allá.
Sólo te guías por el impulso del momento. El llamado natural y automático que se activa en tu nuca.
Y te lanzas con los brazos extendidos.
Abrazando el viento que golpea ferozmente contra tu cuerpo, abofeteándote por la estúpida decisión que tomaste.
Pero respiras, aspiras, sonríes y gritas.

Has tomado al toro por los cuernos y ahora vas a pagar por ello.

Sunday, March 10, 2013

20 en la espalda

No es el revolotear del anochecer,
ni la vivencia al limite de los pájaros que huyen
a esconder.
Es la tranquilidad de la madrugada,
la resignación de un suave rocío que cae sin oposición.
Es el suave respiro que se da antes de caer rendido.
Es el último paso antes de tomar asiento.
El sigiloso pestañeo antes de voltear el rostro.
La brisa, fresca y calmada.
La caricia que arrulla antes de abrazar a Morfeo.
El sueño y el cansacio y la fatiga.
La despedida y la añoranza y la calma.
La resignación de que una decisión tomada y
de un aclarecimiento que tranquiliza al alma.

No es el revolotear del anochecer,
ni el desesperado intento esconderse del sol.
La tranquilidad, y la calma.
La resignación de una decisión ya tomada.

Es tantas cosas.

Tantas cosas ya dadas por sentadas.