Wednesday, September 7, 2011

Una noche frente al mar

Una botella entre mis delgados dedos se permite balancear al ritmo del reloj. Suavemente tic, suavemente hace tac. El techo se observa oscuro y delgadas sombras se permiten juguetear en la noche húmeda de verano. Suspiro con la fresca, pero rasposa esencia de la bebida escalando por mi garganta, mientras mi mente es absorbida por las sensaciones. Esencias y Sensaciones: todo maximizado y expandido, todo mutado y ensordecido. 




Las ideas se van suavemente en una marea que lleva hasta el fin del mundo. Ensordecida la voz de la vida, me dejo llevar por las sensaciones del momento. Suavemente, todo se ahoga en el infinito mar y sólo puedo sentir los abrazos de...    ni las ideas, ni los recuerdos logran retornar de su crucero, así que la botella cae.


Cae.


Y nadie respira.